La inocuidad alimentaria no se trata simplemente de cumplimiento regulatorio o protección de la reputación de una empresa; literalmente, puede ser una cuestión de vida o muerte para los consumidores que entran en contacto con productos contaminados. Se estima que cada año se producen 48 millones de casos de enfermedades transmitidas por los alimentos causadas por una amplia variedad de patógenos. La salmonela, una bacteria dañina, se ha convertido en la segunda causa principal de enfermedades transmitidas por alimentos en los Estados Unidos.
Aproximadamente cada año se producen 1.35 millones de casos de salmonelosis, cuyas enfermedades provocan más de 25,000 hospitalizaciones y hasta 420 muertes. En la mayoría de los casos, la fuente principal de estas infecciones son los alimentos contaminados. Todos en la industria de alimentos y bebidas deben saber cómo ocurren estos brotes y qué medidas pueden tomar para mitigar los riesgos.
La salmonela es una bacteria que se encuentra comúnmente en la carne, los huevos y las aves crudas o poco cocidas, así como en los lácteos no pasteurizados. Debido a la contaminación cruzada en las instalaciones de procesamiento de alimentos, también puede estar presente en frutas, verduras y alimentos procesados.
Normalmente, la exposición a salmonela se debe a lo siguiente:
La mejor manera de proteger la salud pública es prevenir la contaminación por salmonela en la operación de procesamiento de alimentos para que la bacteria nunca llegue a los consumidores. Los planes de buenas prácticas de manufactura (BPM) y análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP) están diseñados para reducir el riesgo de la mayoría de los patógenos, incluida la salmonela. Sin embargo, los fabricantes de alimentos y bebidas deben tomar otras precauciones para detener la propagación de salmonela en sus instalaciones:
En última instancia, prevenir brotes de salmonela requiere una comprensión profunda de inocuidad e higiene de los alimentos, así como un estricto cumplimiento de todos los protocolos y procedimientos que la mantienen. Los trabajadores de primera línea deben estar bien versados en los principios de HACCP, las mejores prácticas del personal, las estrategias de saneamiento, el control microbiano y el manejo integrado de plagas, por nombrar algunos. Elegir el socio educativo adecuado es fundamental para garantizar que los empleados cumplan con los altos estándares de su empresa.
Durante más de 100 años, AIB International ha apoyado a procesadores, distribuidores y detallistas mas importantes en el sector de alimentos y bebidas en diferentes aspectos de gestión de riesgos y capacitación adecuada de plantillas. Ayude a sus empleados a construir una base sólida en inocuidad alimentaria con nuestros cursos integrales de inocuidad alimentaria y saneamiento.