Para muchos líderes en el sector de la inocuidad alimentaria, la principal preocupación en 2024 no fue el cumplimiento de las disposiciones de la FSMA. Tampoco fueron las auditorías a proveedores bajo el FSVP, ni las inspecciones más estrictas en Defensa Alimentaria que la FDA comenzó a aplicar en septiembre. Y probablemente tampoco el aumento de los retiros de productos registrado en los últimos años ocupa el primer lugar en su lista de inquietudes.
Todos esos son desafíos importantes—y es fundamental abordarlos correctamente para proteger la salud pública, mantener la calidad de los productos y evitar el alto costo económico y reputacional de un retiro. Pero también son los desafíos normales del día a día: lo que se espera al liderar un programa de inocuidad alimentaria eficaz.
El verdadero problema que está desvelando a muchos líderes es que no hay suficientes profesionales calificados en inocuidad alimentaria para manejar ni siquiera la carga laboral habitual, mucho menos la lista creciente de desafíos emergentes que ya se vislumbran en el horizonte. Y con las proyecciones de aumento en la producción, esta escasez de personal no hará más que agravarse.
Los líderes en inocuidad alimentaria deben comprender las causas de esta crisis y enfrentarlas de inmediato, antes de que se transforme en una amenaza para la salud pública. Una de las áreas más críticas a abordar es la rotación de especialistas en inocuidad. Retener al personal calificado y experimentado es el primer paso para detener la sangría de talento y empezar a revertir esta histórica escasez de mano de obra.
Ninguna de estas estadísticas debería sorprender a los profesionales con trayectoria. La realidad es que la pandemia solo aceleró tendencias que ya se venían gestando desde hacía tiempo: muchos especialistas en inocuidad estaban cerca del retiro o estaban considerando un cambio de carrera, mientras que los trabajadores más jóvenes mostraban poco interés en entrar al sector. Algo tiene que cambiar.
Analizar todos los factores que afectan a la inocuidad alimentaria como profesión excede el alcance de este artículo, por lo que aquí nos centraremos en una causa concreta y urgente: la rotación de personal. La rotación ha sido un problema generalizado desde la pandemia. Muchos trabajadores mayores decidieron retirarse antes de tiempo o dejar carreras exigentes por empleos más sencillos mientras esperan la jubilación.
Y en inocuidad alimentaria, esta tendencia se intensifica por una combinación de factores propios del sector:
¿Qué pueden hacer las empresas para revertir esta situación? La solución más obvia es subir los salarios, pero eso no resuelve el problema de fondo —ni resulta sostenible a largo plazo para las organizaciones ni para los empleados. Esto es especialmente cierto en el caso de los trabajadores más jóvenes, quienes valoran mucho más el desarrollo profesional, la cultura organizacional y el equilibrio vida-trabajo que un aumento salarial inmediato. Si estos empleados ingresan al sector y rápidamente se sienten agotados o estancados, no se quedarán.
En cambio, las empresas deberían dar prioridad a los aspectos estructurales que mejoran la cultura organizacional y la calidad del trabajo. Algunas sugerencias incluyen:
Un aumento salarial también sería bien recibido — casi siempre lo es — pero la realidad es que resolver los problemas de rotación pasa más por transformar la cultura laboral que por ajustar las tablas de compensación.
Mientras tanto, las empresas que aún enfrentan dificultades para cubrir puestos clave en inocuidad pueden considerar la externalización temporal de esos roles mientras definen una solución a largo plazo.
Si necesita ayuda para reemplazar a un profesional calificado en inocuidad alimentaria, póngase en contacto con AIB International y conozca nuestro programa Asigne a un Experto. Este servicio le permite cubrir vacantes de forma temporal para garantizar la continuidad operativa durante transiciones. En tan solo siete días, podemos asignar un experto en inocuidad a sus instalaciones, en el rol que necesite.
Porque la inocuidad alimentaria es demasiado importante como para estar limitada por la escasez de candidatos calificados o por una alta rotación de personal.