Una de las mejores formas en que una empresa de alimentos puede mantener en alto el nivel de inocuidad alimentaria es adoptando las normas GFSI. Independientemente del programa de certificación GFSI en el que confíe su empresa (BRCGS, FSSC, IFS o SQF), todos requieren una gestión de auditoría interna de inocuidad alimentaria.
Las auditorías internas son un elemento vital para el sistema de gestión de inocuidad alimentaria ya que incluso pueden ayudar a identificar los riesgos en las instalaciones antes de que se conviertan en amenazas serias para el negocio, incluso mucho más profundamente comparado con una inspección de Buenas Prácticas de Manufactura (BPMs) o una verificación de punto de control crítico.
Sin embargo, desarrollar un sistema de gestión de auditoría interna de inocuidad alimentaria completo y efectivo puede ser un desafío si no sabe por dónde empezar. Compartimos tres consejos para ayudarlo no solo a cumplir con los requisitos de GFSI, sino también para proteger a los consumidores y a su marca en el largo plazo.
Antes de que pueda auditar los procesos de inocuidad alimentaria, debe ensamblar un equipo de auditores. Este equipo debe designarse para evitar conflictos de interés, lo que en otras palabras significa que debe estar seguro de asignar auditores que no supervisan el área o el proceso que se audita.
Una vez que haya ensamblado su equipo, es fundamental que designe recursos para capacitarlo. La capacitación en auditoría interna de GFSI que ofrece AIB Internacional aplica a todos los esquemas de certificación de GFSI y enseña a los auditores internos cómo:
Un curso de capacitación como el de AIB International garantiza que todos utilicen los mismos enfoques y técnicas y comprendan cómo las auditorías internas contribuyen a la inocuidad alimentaria en general. La capacitación formal también puede prevenir que los auditores internos hagan preguntas capciosas, abiertas o ambiguas, brindándole las habilidades necesarias para ser objetivos, respetuosos y profesionales al entrevistar a los trabajadores de las instalaciones.
Para maximizar el impacto de las auditorías internas de inocuidad alimentaria, considere ir más allá de una única sesión de capacitación. En su lugar, proporcione al equipo de auditoría interna recursos y capacitación continua sobre inocuidad alimentaria. Los auditores que se han actualizado en las últimas novedades en la regulación y tendencias de inocuidad alimentaria podrán realizar mejores auditorías e identificar problemas que podrían comprometer la inocuidad alimentaria.
Un programa de auditoría interna es la base de cualquier plan de auditoría de inocuidad alimentaria. No solo garantiza que las auditorías se realicen a tiempo y de manera consistente durante todo el año, sino que también le brinda la oportunidad de definir el alcance de cada auditoría de inocuidad alimentaria.
La frecuencia de las auditorías internas debe ser determinadas por el nivel de riesgo del sitio, así como por los hallazgos en las auditorías anteriores. Por ejemplo, si un proceso en particular tiene más problemas, usted debería incrementar la frecuencia de las auditorías internas. Igualmente, usted debería auditar las áreas donde implementó acciones correctivas para asegurarse de que su equipo de liderazgo y otros miembros del equipo resuelven de forma satisfactoria todas esas no conformidades.
Siempre maneje su auditoría interna como un programa independiente que cuenta con sus propios procedimientos, representación de múltiples departamentos e informe de análisis.
Estos son algunos pasos que lo pueden ayudar a formalizar su proceso de auditoría interna:
Una de las razones más comunes de no cumplimiento de GFSI es la falta de un programa de auditoría interna para inocuidad de los alimentos diseñado e implementado correctamente. Pero más allá del cumplimiento, las auditorías internas permiten implementar medidas correctivas antes de que ocurran los problemas y, en última instancia, protegen a la empresa del daño financiero y del daño a la marca causado inadvertidamente por prácticas inseguras.