En 2021, la administración Biden dio a conocer la Orden Ejecutiva 14017, que formaliza planes para mejorar la solidez de la cadena de suministro estadounidense a través de colaboraciones comerciales estratégicas (lo que generalmente se conoce como “friendshoring”). La orden identificó alrededor de 2400 bienes y materiales fundamentales, incluidos productos agrícolas y alimentarios necesarios para la salud pública, y diseñó estrategias a fin de alejarse de la dependencia de estados potencialmente adversarios y avanzar hacia el comercio con proveedores políticamente más cercanos.
Al igual que los movimientos de “reshoring” y “nearshoring”, el “friendshoring” tiene el potencial de remodelar toda la cadena de suministro, incluido el sector de alimentos y bebidas. Además de alterar radicalmente la dinámica de los proveedores dentro de la industria, estos cambios podrían tener repercusiones significativas para la inocuidad alimentaria en los próximos años.
El friendshoring (que no debe confundirse con “nearshoring” o “reshoring”) es una estrategia de la cadena de suministro que aleja el proceso de fabricación de los estados potencialmente riesgosos y lo acerca a los países más aliados políticamente.
El objetivo es impedir que los países potencialmente hostiles adquieran ventajas de mercado que podrían utilizar para desestabilizar la economía estadounidense en sectores críticos como los minerales de tierras raras, la energía, la tecnología y, sin duda, la alimentación y la agricultura.
En términos estratégicos, el “friendshoring” se diferencia del “nearshoring” en que prioriza el movimiento de las cadenas de suministro a los países aliados independientemente de la proximidad geográfica. También es radicalmente diferente del “reshoring” en el sentido de que las cadenas de suministro requieren del comercio internacional en lugar de la producción nacional únicamente. No está claro cuánto afectarán las políticas federales vigentes y futuras a la gestión de la cadena de suministro para las partes interesadas de la industria.
Muchos países aliados incluidos en esquemas de “friendshoring” (como México y Canadá que están cerca de los EE. UU.) coinciden con destinos para estrategias de “nearshoring”. Pero otros países amigos como Australia, Japón, India y Vietnam no están geográficamente cerca de los EE. UU. Dado que los parámetros para el éxito del “friendshoring” están tan alejados de los procesos comerciales normales, la estrategia puede ser un comodín con respecto al impacto en la inocuidad alimentaria:
Posibles beneficios
Desafíos a tener en cuenta
El “friendshoring” es solo un aspecto de la gestión de la cadena de suministro con el potencial de repercutir en la inocuidad alimentaria y el panorama está evolucionando a un ritmo más sostenido que nunca. Resulta fundamental contar con orientación externa de expertos sobre las últimas tendencias y las prácticas recomendadas emergentes para mitigar los riesgos antes de que generen problemas. Ahí es donde entra en juego AIB International.
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