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En la industria de alimentos es imprescindible contar con sistemas que permitan ofrecer productos inocuos al consumidor. Las auditorias en este rubro, al igual que otras, representan una evaluación sistemática e independiente para determinar que las actividades y sus resultados se ajusten a los objetivos planificados.  

Existen varios tipos de auditorías que permiten obtener una visión global del comportamiento del sistema global de inocuidad.  

Auditorías de primera parte: Son aquellas que se realizan por, o en nombre de la propia organización, y para fines internos. Se les denomina también auditorías internas, y pueden efectuarse mediante los propios auditores de una organización o a través de un servicio tercerizado de auditoria.

Auditorías de segunda parte: realizadas por quienes tienen un interés en la organización, tales como los clientes o realizadas por un organismo auditor independiente.

Auditorías de tercera parte: también conocidas como auditorías externas, son aquellas que se realizan por un organismo auditor independiente.

Cada uno de estos tipos de auditorías conlleva propósitos específicos.

Las auditorías internas representan una herramienta que permite:

  • Dar a conocer a la alta gerencia la situación del sistema de inocuidad, tanto sus fortalezas como debilidades, a fin de implementar acciones correctivas en tiempo y forma para eliminar o controlar las desviaciones. 
  • Evitar repetitividad de la desviación.
  • Realizar cambios e inversiones.
  • Definir otros recursos requeridos.
  • Identificar los procesos o áreas que deben mejoras, como lo son las desviaciones en procesos por no haberse considerado, o no incluir cambios en los mismos.
  • Detectar discrepancias entre lo que se hace y lo que se encuentra documentado.
  • Evaluar el conocimiento del personal tanto del sistema como de su contribución para mantenerlo.
  • Favorecer la comunicación entre departamentos por su participación en auditorías, reuniones,  implementación y seguimiento de acciones correctivas y preventivas.

Las auditorias de segunda parte se realizan a proveedores y cadena de suministro, lo que permite:

  • Desarrollar y contar una herramienta útil para evaluar a los proveedores y la gestión de su cadena de suministro a fin de no afectar la inocuidad de los productos.
  • Desarrollo de proveedores nuevos confiables.
  • Establecer  relaciones sustentables y de largo plazo.
  • Permanecer en el mercado, creando un compromiso con el desarrollo de sus proveedores y por consecuencia una buena imagen con los consumidores.
  • Como proveedor, asegurarse que se cumple con los requerimientos del cliente.

Las auditorías de tercera parte permiten:

  • El compromiso de la Alta Dirección en relación a su responsabilidad en la gestión de los procesos de inocuidad
  • Definir si se cumple con las legislaciones del país en que se procesa, como también de los países a los que se exporta.
  • Definir por parte de la empresa las áreas en que se requieren realizar mejoras.
  • Facilitar el control, eliminación de peligros en los diferentes pasos de la producción.
  • Favorece el cumplimento de requerimientos del cliente.
  • Facilita la consecución de la ventaja competitiva en el mercado.
  • Promueve un mejor entendimiento entre la Dirección y el personal de la implementación de componentes del sistema de inocuidad, a la hora de implantar prácticas, normas y procedimientos de seguridad alimentaria, entre otros.
  • Protección de la marca.

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