Para algunas de las 220 millones de personas que padecen alergias alimentarias en todo el mundo, el etiquetado preciso de sus productos alimenticios puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Incluso para los consumidores con alergias menos graves, las etiquetas de alérgenos inexactas pueden representar riesgos, como síntomas cutáneos, respiratorios o gastrointestinales. Entre el malestar físico, el miedo, las reacciones del público y las repercusiones regulatorias, las inexactitudes en el etiquetado de alérgenos pueden tener consecuencias graves tanto para los consumidores como para su empresa.
Esto hace que priorizar la precisión del etiquetado de alérgenos sea aún más crítico. No solo es un requisito de la FDA, sino que también es fundamental para proteger la salud pública. Las etiquetas de alérgenos son la primera línea de defensa de sus consumidores contra una posible reacción alérgica, ya que incluso con las mejores prácticas de manufactura y buenas intenciones, puede ocurrir contaminación cruzada por alérgenos a través de equipos compartidos, partículas en el aire o fuentes de ingredientes. Tomar precauciones adicionales con el etiquetado de alérgenos demuestra un compromiso con la seguridad pública y ayuda a evitar multas, retiros de productos y demandas.
Descubra más sobre los riesgos del etiquetado incorrecto y cómo capacitar a su equipo sobre la importancia de mitigarlos mediante las mejores prácticas.
Los Riesgos del Etiquetado Incorrecto de Alérgenos
Los compradores confían en las etiquetas de los productos para tomar decisiones seguras e informadas sobre qué alimentos adquirir — y un producto mal etiquetado pone en riesgo todo este sistema. Además, los efectos colaterales del etiquetado incorrecto de alérgenos pueden traducirse en incumplimiento normativo, sanciones regulatorias e incluso costosos retiros de productos.
Ya sea por líneas de producción compartidas, errores de envasado, cambios en las fórmulas u otros imprevistos, el etiquetado incorrecto de alérgenos puede generar diversas consecuencias. Es fundamental que su equipo comprenda estos peligros y adopte medidas preventivas para evitarlos.

Riesgo físico para los consumidores
Por encima de todo, el mayor riesgo del etiquetado incorrecto de alérgenos es la amenaza que representa para la seguridad del consumidor. Cada año, alrededor de 3.4 millones de personas en EE. UU. experimentan una visita a la sala de emergencias relacionada con alergias alimentarias, y más del 40% de los niños con alergias alimentarias han sufrido anafilaxia.
Este peligro no es algo que los consumidores con alergias alimentarias tomen a la ligera. Para ellos, las etiquetas de alérgenos funcionan como un faro que los guía lejos del peligro de una posible reacción mortal. Si las etiquetas no reflejan con precisión los alérgenos presentes en sus productos, puede generarse una pérdida de confianza entre sus clientes.
La exposición del consumidor a alérgenos no declarados también puede derivar en acciones legales contra su empresa, lo cual no solo pone en riesgo sus finanzas, sino que también afecta su reputación pública y la lealtad de los clientes actuales y futuros.
Incumplimiento de las regulaciones de la FDA
De acuerdo con la Sección 403(w) de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, los fabricantes de alimentos envasados deben cumplir con ciertos requisitos de etiquetado de alérgenos. Estas directrices se actualizan de forma periódica según nueva información, y no cumplir con los estándares vigentes puede resultar en sanciones por parte de la FDA. La lista de alérgenos principales de la FDA incluye actualmente: leche, huevos, maní, trigo, soya, pescado, mariscos, frutos secos y, más recientemente, ajonjolí (sésamo).
Los productos que no cumplen con las regulaciones de la FDA se consideran mal etiquetados y pueden ser objeto de acciones regulatorias como retiros de productos, rechazo de importaciones o incautaciones por parte de la FDA. También puede emitir cartas de advertencia o incluir productos en la lista de alertas de importación de la FDA, un recurso diseñado para ayudar a los consumidores a identificar productos con antecedentes de infracciones. Estas medidas pueden ser perjudiciales para el éxito operativo, financiero y reputacional de una empresa, convirtiendo el etiquetado incorrecto en una amenaza seria para su negocio.
Repercusiones financieras
Las acciones legales tanto de la FDA como de los consumidores conllevan sanciones económicas por etiquetado incorrecto de alérgenos, aunque el tipo de impacto varía según el origen. Las medidas regulatorias de la FDA generan costos asociados a retiros e incautaciones de productos, incluyendo pérdidas por productos no vendidos y los gastos de retiro de productos mal etiquetados de los distribuidores.
Los costos derivados de acciones legales por parte de consumidores pueden incluir honorarios legales y daños punitivos. Los fabricantes también pueden incurrir en costos adicionales relacionados con el rediseño de etiquetas, reimpresiones y validación de los procedimientos actualizados de control de alérgenos.
Pero ¿cómo evitar estos riesgos y optimizar su proceso de etiquetado? Las estrategias preventivas adecuadas pueden ayudarle a evitar estos resultados negativos y ofrecer una experiencia más segura para sus clientes.
Estrategias Para Lograr Etiquetas de Alérgenos Más Precisas
Un proceso eficaz de etiquetado de alérgenos es un paso esencial en toda operación de manufactura. Pero ¿cuáles son las mejores prácticas para garantizar que las etiquetas sean siempre precisas y coherentes? Considere fortalecer su defensa contra posibles errores con las siguientes recomendaciones.
Familiarícese con la información actualizada sobre alérgenos
El conocimiento es poder cuando se trata de evitar errores de etiquetado, y mantenerse actualizado con la información más reciente puede ayudarle a cumplir con los requisitos regulatorios. El primer paso para mejorar su proceso de etiquetado es mantenerse al día con la última orientación de la FDA, incluidos los alérgenos principales reconocidos (a partir de 2023, nueve) y las regulaciones actuales de etiquetado.
Si tiene dudas sobre un tema relacionado con el etiquetado de alérgenos, la FDA ofrece una base de datos consultable de preguntas frecuentes que puede servir como recurso para usted y su equipo. Invertir de forma periódica en capacitación en etiquetado alimentario también puede ayudar a su personal a mantenerse actualizado con los últimos requisitos. Esta formación debe incluir revisión de documentación de proveedores, verificación de controles de contaminación cruzada por alérgenos y conocimiento de las actualizaciones recientes de la FDA.
Siga las prácticas de etiquetado precautorio de alérgenos
Su planta implementa todas las medidas necesarias para evitar la contaminación cruzada, pero —ya sea por líneas de producción compartidas o por un cambio reciente de fórmula— todavía le preocupa la posible presencia de alérgenos no declarados. Incorporar el etiquetado precautorio de alérgenos (PAL, por sus siglas en inglés) puede fortalecer su proceso de control.

El etiquetado precautorio de alérgenos, también conocido por la FDA como declaraciones de advertencia de alérgenos, incluye añadir frases como “puede contener [alérgeno]” o “producido en una planta que también utiliza [alérgeno]” en sus productos. Esto sirve como una capa adicional de protección contra la contaminación cruzada, aunque siempre debe aplicarse junto con (no en lugar de) las buenas prácticas de manufactura.
Estas etiquetas van un paso más allá al advertir a los consumidores sobre la posible presencia de un alérgeno en el producto, incluso si no lo contiene. Este detalle aparentemente pequeño aumenta la transparencia con los consumidores, refuerza la confianza y protege a su empresa frente a las consecuencias legales derivadas de una exposición accidental a alérgenos.
Sea específico
Según las regulaciones de la FDA, si su producto contiene alérgenos que pertenecen a una categoría más amplia, se le exige especificar el tipo exacto de alérgeno. Por ejemplo, si su producto contiene frutos secos, debe indicar qué variedades incluye (p. ej., almendras, nueces, pacanas, etc.), en lugar de usar una declaración general como “contiene frutos secos”.
Estas distinciones son esenciales para mantener el cumplimiento con la FDA y, además, ayudan a retener a los clientes que podrían no ser alérgicos al tipo específico de alérgeno presente, aunque sí lo sean a otro dentro de la misma categoría.
Mantenga las etiquetas actualizadas
Además de cumplir con las últimas regulaciones, sus etiquetas deben reflejar las operaciones actuales de su planta. Si, por ejemplo, se ajusta la fórmula de un producto o se incorpora una nueva línea que incluye un alérgeno distinto, sus prácticas de etiquetado deben reflejar dichos cambios.
Incluso si ya utiliza etiquetado precautorio, un nuevo producto o una nueva fórmula pueden requerir una actualización de etiquetas si incluyen un alérgeno previamente no mencionado. Aunque estas actualizaciones representen una inversión inicial, pueden evitar costos mucho mayores derivados de un etiquetado incorrecto. Auditorías internas regulares y verificación previa a la impresión pueden reducir aún más el riesgo de un retiro costoso.
Mejore Sus Prácticas de Etiquetado de Alérgenos con AIB International
Las prácticas eficaces de etiquetado de alérgenos son esenciales tanto para el éxito de su negocio como para la seguridad de sus clientes. Invertir tiempo, esfuerzo y recursos en perfeccionar su proceso de etiquetado hoy puede ayudarle a evitar consecuencias legales, regulatorias y financieras en el futuro.
Si desea acceder a la información más actualizada sobre el etiquetado de alérgenos, inscríbase en el curso en línea sobre etiquetado de alimentos de AIB International. Esta capacitación ayudará a su equipo a mantenerse al día con las actualizaciones de la FDA y a dominar el proceso de etiquetado de alérgenos con éxito, preparándolos para el continuo éxito en el futuro.

