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Las redes sociales han revolucionado el modo en que la gente se comparte experiencias culinarias, creando una nueva forma de recomendar restaurantes, compartir recetas o mostrar fotos de una buena comida. Sin embargo, estos espacios también pueden ser caldo de cultivo para la desinformación sobre inocuidad alimentaria y consejos perjudiciales, propagando mitos y tendencias engañosas sobre alimentos a gran escala. 

Los fabricantes de alimentos y bebidas desempeñan una función primordial en la educación de los consumidores en materia de inocuidad alimentaria. Estos son algunos de los principales mitos sobre inocuidad que siguen vigentes, y las medidas que pueden adoptar las empresas para desterrarlos.  

1. La mayonesa casera es tan segura como la comprada en tiendas. 

Un mito muy común sobre sugiere que hacer mayonesa en casa es tan seguro como las versiones compradas en la tienda. Esta idea errónea suele subestimar que la mayonesa comercial se elabora con huevos pasteurizados y en estrictos entornos de fabricación estériles, lo que reduce significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, como la Salmonella. A menudo, para hacer mayonesa casera se utilizan huevos crudos, que pueden tener bacterias nocivas si no se manipulan correctamente. En este video de TikTok se resumen a la perfección los peligros.  

Importancia para los fabricantes: Este mito no solo expone a los consumidores al riesgo de posibles patógenos transmitidos por los alimentos, sino que también resta importancia y ventajas a la mayonesa producida de forma comercial.  

Solución del fabricante: Para eliminar esta desinformación, los fabricantes de alimentos deberían crear sus propios contenidos, mostrando al público el interior de sus instalaciones de producción para explicar por qué su mayonesa es mucho más segura que las versiones caseras. Se debe considerar la posibilidad de abordar la función que cumplen los ingredientes conservantes de la mayonesa comercial en la inocuidad alimentaria para responder a las preocupaciones de los consumidores, que desconfían de los ingredientes complejos.  

2. Lavar carne de ave en el fregadero elimina las bacterias nocivas. 

Cocinar las aves de corral a la temperatura adecuada es el único método eficaz para eliminar los agentes patógenos nocivos. En contra de lo que dicta el mito, lavar la carne de aves, como pollo o pavo, en los fregadores de las cocinas domésticas puede aumentar el riesgo de propagación de bacterias como la Salmonella y la Campylobacter e inclusive puede dispersar las bacterias por las superficies cercanas, los utensilios y otros alimentos, provocando una contaminación cruzada.  

Importancia para los fabricantes: Si los consumidores contraen una enfermedad transmitida por los alimentos por lavar incorrectamente los productos, esta situación podría perjudicar la reputación del productor avícola.  

Solución del fabricante: La forma más directa que tienen los fabricantes de contrarrestar este mito es mediante el empaquetado. Se deben incluir advertencias visibles en el empaquetado para evitar el lavado de los productos en el fregadero, y reiterando la importancia de una cocción adecuada para eliminar las bacterias. Puede incluirse un código QR que remita al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) o a otros recursos relevantes sobre los peligros de lavar las aves de corral. 

3. Remojar las frutas, los vegetales y las hortalizas antes de consumirlas. 

Un mito muy común sobre inocuidad alimentaria afirma que basta con remojar las frutas, los vegetales y las hortalizas en una solución especial de lavado o casera para eliminar los contaminantes nocivos, pero esto no es del todo exacto. Si bien lavar los productos frescos con agua del grifo puede reducir la presencia de algunas bacterias y residuos, las soluciones de remojo conllevan el riesgo de contaminación cruzada si el agua del remojo se llegara a contaminar. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recomienda simplemente lavar las frutas, los vegetales y las hortalizas con agua y jabón,y utilizar un cepillo para los productos de consistencia dura. 

Importancia para los fabricantes: Si los consumidores piensan que necesitan un lavado especial de frutas, vegetales y hortalizas o un complejo proceso de preparación antes de consumirlas, es posible que se sientan disuadidos de comprarlas.

Solución del fabricante: El mejor método para combatir este mito sobre inocuidad alimentaria es actualizar las instrucciones de la etiqueta del producto. En su lugar, se recomienda mencionar el mito directamente en el empaquetado e indicar las instrucciones de lavado adecuadas. También se puede incluir un código QR con un enlace a los Consejos de manipulación segura de alimentos de la FDA para obtener más información. 

4. La masa de galletas cruda no es segura porque contiene huevos crudos. 

Tiene sentido que los consumidores crean que la masa de galletas cruda no es segura porque contiene huevos crudos, pero esto es solo una verdad parcial en el contexto más amplio de inocuidad. Es cierto que los huevos crudos pueden tener agentes patógenos nocivos como la Salmonella, pero la harina cruda puede ser igual de peligrosa. Como producto agrícola crudo, la harina es propensa a la contaminación por E.coli, Salmonella y otras bacterias.  

Importancia para los fabricantes: Este mito menoscaba los beneficios y la importancia de los productos de masa para galletas fabricados de forma segura y destinados al consumo directo.  

Solución del fabricante: Al igual que ocurre con la mayonesa, la práctica más segura es que los consumidores adquieran productos de masa para galletas específicamente diseñados para su consumo en crudo. Los fabricantes pueden satisfacer esta demanda ampliando su oferta de productos (creando una gran oportunidad de ingresos), así como actualizando el etiquetado de sus harinas y huevos crudos, y reiterando los peligros de consumirlos crudos en la masa de galletas.  

Reducción del riesgo de mitos sobre inocuidad alimentaria 

Para bien o para mal, las redes sociales seguirán ejerciendo una influencia significativa en la inocuidad alimentaria en los años venideros, ya que tanto la verdad como la desinformación pueden hacerse virales en cualquier momento. Se trata de un arma de doble filo que puede influir en la percepción y el comportamiento del público con respecto a la manipulación y el consumo de alimentos, lo que subraya la necesidad de contar con fuentes verosímiles y un diálogo informado.  

En este panorama en constante evolución, organizaciones como AIB International desempeñan una función vital a la hora de ayudar a los fabricantes a superar los desafíos y mitigar los riesgos. Suscríbase a nuestro boletín para recibir información sobre las tendencias, la normativa y las prácticas recomendadas en materia de inocuidad alimentaria.  

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