Por Manuel Orozco, Profesional de Inocuidad Alimentaria
Con la implementación del Análisis de Peligros y Controles Preventivos Basados en el Riesgo (HARPC, por sus siglas en inglés) de acuerdo con lo dispuesto en la regulación de alimentos humanos en la Ley de Modernización de Inocuidad Alimentaria (FSMA, por sus siglas en inglés), todos los fabricantes de alimentos deben tener un plan de inocuidad alimentaria.
El componente de evaluación de riesgos de este plan requiere que los productores de alimentos evalúen los riesgos radiológicos y establezcan controles preventivos, lo que plantea la pregunta: ¿de qué tipos de riesgos radiológicos estamos hablando?
Empecemos con lo básico. Radioactividad es un término usado para describir el proceso natural a través del cual algunos átomos, como el Radio 228 y el Uranio 235, se desintegran espontáneamente, emitiendo tanto partículas como energía mientras se transforman en átomos más estables. Mientras los isótopos inestables tienden a transformarse en un estado más estable, la radioactividad decaerá.
La radiación se refiere a las partículas o a la energía liberada durante esta descomposición en la forma de partículas, tales como neutrones, partículas alfa y beta, u ondas de energía pura, tales como rayos gamma y rayos X. Estamos expuestos a la radiación de forma diaria, ya que proviene del espacio, de los dispositivos electrónicos y en forma de radionucleidos (isótopos radioactivos de elementos) naturalmente presentes en la tierra, el agua y el aire.
La exposición a niveles muy elevados de radiación puede causar efectos graves en la salud, tales como quemaduras en la piel y el síndrome de radiación aguda, que comúnmente se conoce como enfermedad por radiación. También puede provocar problemas de salud a largo plazo, como cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los niveles bajos de radiación encontrados en el medio ambiente no representan un peligro inmediato para la salud, pero pueden ser un factor menor en el riesgo general de cáncer.
Ciertas ubicaciones geográficas tienen una elevada presencia natural de minerales radioactivos, los cuales podrían terminar como isótopos radioactivos en su cadena de suministro de alimentos. Cuando evalúe los peligros radiológicos potenciales en el análisis de riesgo de su operación, debe considerar la fuente de agua utilizada en sus procesos de fabricación. Solicite detalles de la fuente de agua potable o pruébela regularmente para comprender sus riesgos potenciales.
Desde que se publicó la Regla Final de Radionúclidos (Radionuclides Final Rule, por su denominación en inglés) el 7 de diciembre, 2000, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) regula los radionúclidos en el agua potable para proteger la salud pública. Esta regulación establece nuevos requisitos de monitoreo para los sistemas de agua comunitarios (CWS, por sus siglas en inglés) para garantizar que los clientes reciban agua que no exceda los niveles máximos de contaminantes (MCL, por sus siglas en inglés) para radionúclidos en el agua potable.
Los radionúclidos también pueden ser liberados en el medio ambiente de forma accidental por un reactor nuclear, como ocurrió en Fukushima, Japón, después del accidente del 2011. Bajo esas circunstancias, la agricultura, la alimentación, el pasto, la silvicultura, y la pesca están expuestos a contaminación radiológica.
Si desea evaluar los posibles riesgos radiológicos, entender de forma exitosa los riesgos y eliminarlos de sus alimentos, es probable que necesite profundizar en su cadena de suministro de alimentos para identificar las fuentes de sus productos, incluyendo la materia prima, los ingredientes y los materiales de empaque.
Otros recursos que podrían ser de utilidad:
Curso en línea HACCP Online, el cual le enseñará cómo identificar los peligros para la inocuidad alimentaria y cómo implementar controles basados en la ciencia que lo ayudaran a mantener la integridad del proceso. Este curso está disponible en inglés.
Nuclear Accidents and Radioactive Contamination Foods de la Organización Mundial de la Salud.